miércoles, septiembre 29, 2010

Variaciones.

La promesa del mar se despliega en la ciudad
y es que, aún en tierra firme, el mareo no cesa.

Configuramos nuestros días con esquemas marítimos:
luna llena, subo hasta tus silencios
luna nueva, bajo hasta tus estremecimientos.

Dejarse llevar, es decir, ser arrastrado por la corriente.

Posibilidades que el el fondo, duran lo mismo que un atardecer en el lugar donde empieza y termina el día.

Mañana puedo ser tu mejor recuerdo.

Pero hoy...
Hoy fui la posibilidad ahogada,
en un

"tal vez un día vuelva a sentirme vivo".

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